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SUMARIO NUMERO 105.
JUNIO 2013
04 REPORTAJE
Mierda en el alma.
10 TRA
VEL
Bruselas: Pride and Style
14 LIBROS
Historias demenciales. Tómate otra
16 TIPS & TRICKS
Bañadores NIT 2013
18 VIDEOJUEGOS
Videojuegos para PC y Consolas
20 MÚSICA
Las últimas novedades musicales
22 CINE
La cartelera que nos llegará
24 MÁS ESTRENOS
La cartelera no menos interesante del mes
25 blue-ra y DVD
y
Las últimas novedades en DVD
26 DVD ADUL
TOS
Lo más caliente para adultos
28 GUÍA GA
Y
Barcelona. Sitges. Girona
04
10
16
EDITA
CONTROL C MEDIA NETWORK, SL
Tel. 937415323 - Fax 931816702
revista@revistagb.com
Depósito Legal
B-3309/2004
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1887-3626
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Ángel Bigorra
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GB
REPORTAJE
Mierda en el alma
ESTÁBAMOS EN MITAD DE UNA SESIÓN, HABLANDO DE SU TRASTORNO DE ESTRÉS
POSTRAUMÁTICO, CUANDO LE COMENTÉ: “-ESTO ES ALGO MUY FRECUENTE ENTRE LOS GAIS
VÍCTIMAS DE ACOSO HOMOFÓBICO, TAN FRECUENTE QUE ESTOY PREPARANDO UN
ARTÍCULO SOBRE EL TEMA”. “-¿SÍ?”. “-SÍ, Y LO VOY A TITULAR MIERDA EN EL ALMA”. ENTONCES
SONRIÓ. Y, CON LOS OJOS PUESTOS EN SUS RECUERDOS, ME RESPONDIÓ: “-ES QUE ES ESO
LO QUE SE SIENTE…”
por
Gabriel J. Martín,
psicólogo. Experto en psicología del hombre gay -
www.gabrieljmartin.com
/
elblogdegabrieljmartin.blogspot.com.es
Fotos de
Raging Stallion - www.ragingstallion.com
Me lo preguntan con cierta frecuencia: “¿de verdad, hoy día, sigue
habiendo personas con problemas para vivir su homosexualidad?”
Y yo, que soy como soy, pongo cara de “¿de verdad podemos ser
tan ingenuos como para pensar que a todo el mundo le basta con
un borrón y cuenta nueva?”. En efecto (y soy uno de los que más
convencido está de ello), el nuestro es un contexto respetuoso con
la homosexualidad, pero no lo ha sido así en nuestra historia
reciente. Los que tenemos más de treinta o treinta y cinco años
no lo hemos tenido tan fácil… y eso queda.
Una buena forma de explicarlo es observando el progreso que
ha habido sobre la visión acerca de la homosexualidad en el
mundo académico. Hasta 1973, los homosexuales éramos
oficialmente enfermos. Ese año, la APA (American Psychology
Association) evidenció lo evidente y, tras votación, retiró la
homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales (dejó
de aparecer impreso en el manual de la siguiente edición, en
1974). Sin embargo, no fue hasta el año 2000 que esta
organización (la referente, a nivel internacional, de la psicología
científica), publicó unas guidelines (directrices) acerca de cómo
deberíamos los psicólogos ver la homosexualidad y tratar a los
pacientes homosexuales. Con estas directrices (son un total de
21), la APA reconoce que las personas homosexual hemos
vivido circunstancias especiales y que, éstas, requieren una
atención especializada por parte de los profesionales de la
psicología, animándonos a esforzarnos “para poder mejor
comprender el efecto del estigma (prejuicio, discriminación y
violencia) y sus diversas manifestaciones contextuales en las
vidas de las personas lesbianas y gais" (directriz 1). Así que, en
resumen, hace sólo cuarenta años que hemos dejado de ser
considerados “trastornados” y apenas hace una década que se
GB
reconoció que nuestras biografías requieren un tratamiento
especial debido a las indudables huellas que el maltrato
homofóbico deja en las personas que los sufren. Y eso lo dice
nada menos que la APA, una organización que acumula la
experiencia de miles de profesionales y cientos de estudios
repletos de evidencia empírica.
EL EFECTO DEL ESTIGMA
¿Y cuáles son esas huellas? Pues, la verdad, no son pocas.
Haciendo un esfuerzo podemos agruparlas en consecuencias
cognitivo-conductuales y en consecuencias emocionales. En el
primer grupo, en el de las secuelas cognitivo-conductuales,
encontramos aquellas que afectan a tu mente y a cómo te
comportas. Suelen considerarse en conjunto porque el modo
en que los humanos nos comportamos está muy mediatizado
por cómo percibimos el mundo y a nosotros mismos (y esto es
algo “cognitivo”). Pero también nuestro funcionamiento
emocional es importantísimo en relación a cómo nos
comportamos y muchas de nuestras conductas hunden sus
raíces en la emociones. Por emociones entendemos esos
estados afectivos muy intensos pero más breves que aquellos
que conocemos como “sentimientos” y que, además, vienen
acompañados de una patente activación fisiológica (activación
cardíaca, sudoración, respiración, etc.). Ejemplos de emociones
serían: ira, rabia, ansiedad, deseo, vergüenza, etc.
Al hablar de secuelas, a menudo comento con mis amigos que
saber qué tipo de problemas tenemos que afrontar los gais y
las huellas que nos pueden dejar, nos ayuda a ser más
empáticos y comprensivos con el resto de gais. Al final nos
damos cuenta de que todos somos humanos y que todos
tenemos “lo nuestro”. Si un amigo se encuentra afectado por
algo, al menos podremos ayudarle a poner nombre a lo que le
sucede (y ésa es la intención del siguiente repaso, te recuerdo
que toda esta información la puedes ampliar en mi blog).
Dentro de las secuelas cognitivo-conductuales podemos hablar
de los esquemas mentales distorsionados, que incluyen desde
una visión distorsionada de uno mismo (homofobia
interiorizada) hasta una serie de guiones también
distorsionados. La homofobia interiorizada es uno de los
conceptos más estudiados por la psicología de la
homosexualidad y se puede definir como una “actitud negativa
hacia la homosexualidad presente en algunos homosexuales”.
Esta homofobia puede ser de dos tipos: explícita y sutil. La
explícita consiste en el rechazo de la propia homosexualidad.
Es la que padecen aquellos hombres educados en contextos
especialmente conservadores y homofóbicos, contextos
capaces de hacer que el gay se considere un enfermo a sí
mismo y quiera “curarse” o no asumirse y pasarse la vida
encerrado en el armario. Sin embargo, y éste es el caso que con
más frecuencia trabajo en consulta, podemos encontrar otro
tipo de homofobia, mucho más sutil, que consiste en una visión
distorsionada (en negativo) de los valores, comportamientos y
costumbres homosexuales. Así, encuentras muchos gais que
afirman (por ejemplo) cosas como que “todos los gais son
promiscuos e infieles” y que sufren tremendamente a la hora
de tener pareja ya que, sin ni siquiera ser conscientes de ello,
creen que nunca podrán fiarse de su novio y viven inmersos en
unos celos e inseguridades que los sobrepasan. Este último tipo
de homofobia interiorizada sutil se relaciona mucho con los
guiones distorsionados, guiones que hacen, a un gay, estar
continuamente a la defensiva porque –por ejemplo- ha
interiorizado que será atacado apenas se sepa que es gay. O
que el hecho de ser homosexual le pondrá en el punto de mira
de las críticas de sus compañeros de trabajo. Con estos guiones
distorsionados, vive inmerso en una ansiedad enorme que le
hace estar hipervigilante sobre lo que los demás dicen acerca
de él y reacciona a menudo con una agresividad extrema.
Ahora, cada vez que veas a un “marica mala”, podrás
comprender que –casi con toda seguridad- ese hombre ha
sufrido acoso a lo largo de su vida hasta el punto que ha
interiorizado la creencia distorsionada de que,
indefectiblemente, será atacado y debe atacar antes de eso
GB
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